Mmmmmm... "Y qué suco me pido hoy....???

Han sido 3 horas sobrevolando la inmensidad de este país, que calificaría más de continente por la inmensidad que representa y por todo lo que tiene que ofrecer. Son apenas las 12h del mediodía cuando ya puedo ver por mi ventanilla como el colorido de los tejados de color rojizo me dan la bienvenida.

Menos mal, que de mis amigos me espero todo... así que pude localizarle facilmente... a pesar de que en lugar de mi nombre ponía: TRONKITA / RUBITA.... Llegada a Cumbuco con una divertida conversación donde practico mi avanzado “Portuñol”, un radiante sol que me quema por la ventana y un potente viento, que me retaba a volar por un lindo cielo azul celeste... A pesar de que las condiciones eran perfectas para haber montado el equipo y haber navegado hasta que la luna hiciese su aparición o simplemente no me diesen más las fuerzas... tuve que contenerme... y proseguir ruta con mis 2 nuevos compis de viaje: David y Guillem, los cuales estuvieron más de la cuenta esperando mi llegada... Me tocaba penitencia y la cumplí!!! Con un VW Gol con los cristales tan tintados que casi se lograba la oscuridad total dentro del habitáculo, e incluido el delantero... salimos para explorar la costa de los estados de Ceará, Piaui y Maranhao.
Pero esto son vacaciones... o una tortura...!!!?¿?¿? Jajajajajja Dentro de las primeras paradas, visitas obligadas y lugares de disfrute, puedo citar: CUMBUCO,
como el centro de operaciones con una inmensa playa como parque de atracciones donde navegar hasta que te duela el alma, disfrutar de un paseo a bordo de un colorido boogie con el que recorrer las calurosas dunas, tomar un suco natural de mango al borde de una lagoa donde principiantes de kite se juegan la vida mientras los pros vuelan realizando los trucos más vertiginosos o bailar el baile típico de aquí, forró, con algún entusiasta desconocido... Sin olvidarnos de la pousada Furaifun, y nuestro ya amigo, Enrique, el cual nos hizo sentir como en casa, además de ayudarnos en todas la gestiones varias de preparativos del viaje. Continuamos con TAIBA. Pueblo de pescadores con el encanto de no tener ningún vestigio de turismo, y donde pudimos ver como los pescadores con sus indebles “Jangagas” se preparaban para salir a pescar en su jornada diaria.
Una parada obligatoria por varios días fue en el pequeño paraíso de PARACURÚ.
Otro lindo pueblo de pescadores, donde tuvimos la gran suerte de dar con una posada donde realmente te sientes como en casa: “Flor de Maracuja” con su encantadora dueña, Verónica y trabajadoras, donde además de su simpatía y atenciones, disfrutamos de desayunos al borde de la piscina, siestas en las hamacas y el tiro al bola del pequeño “Scooby”.
PARACURÚ, destaca por la belleza de las dunas que las envuelven. De un color anaranjado y una grandiosidad que realmente te hacen sentir estar en el Sahara. El pueblo, tranquilo, ordenado y con un alegre ambiente local disfrutamos de cenas en churrasquerías y sitios locales con especialidades de la zona, como la “Moqueca de Arraia con mandioca” o una gigantesca y sabrosa “Carne da sol”.
Frescas caipirinhas en una fiesta en la barraca de la playa con un Dj desastre e indeciso pero que no llegó a aguar la fiesta... Y con el sol del día sesiones de kite y viento en la lagoa que se forma en marea baja y donde en el outside se forman olas de considerable tamaño.
Lagoa situada frente una inmensidad de campos desérticos donde alegres burritos salvajes pastan felices por su libertad e interminables ventiladores eólicos intentan captar cada nudo de viento de la costa.
No puedo dejar de comentar la espectacular puesta de sol vista desde las dunas, donde una inmensa luna llena rivalizaba de extremo a extremo de 180º contra el sol. Minutos en los que no sabíamos hacia cual de los extremos dirigir la mirada... Eso sí, la Luna ganó el combate por KO absoluto!!! (O juzgar vosotros mismos...) Realmente espectacular!
Una pena dejar este spot, pero debemos proseguir ruta más y más allá! De nuevo carretera con nuestro “tunning car” rumbo norte, con parada autorizada en MUNADU, GUAJIRA Y FLEIXERAS.
Tres tradicionales poblados de pescadores con coloridas jangadas aparcadas a lo largo de la costa, donde nuevamente podemos constatar la pobreza de las gentes que la habitan, con vidas sencillas donde lo indispensable es casi un lujo y los cuales parecen pasar al ritmo del vaivén de sus hamacas.
En estos spots, pude disfrutar de una sesión de kite con olas de cierto tamaño y donde pude hacer carreras con un pequeño local que volaba más que mi cometa...
Otra sesión de puesta de sol en una lagoa de Guajira, reservada en exclusiva para nosotros y donde por un momento pareció pararse el tiempo.
Fleixeras, también nos regaló otra sesión en una preciosa lagoa, que teníamos que compartir con 2 otros kiters españoles, además de unos plácidas sesiones de spa en las piscinas naturales que se formaban en las infinitas playas.
Días donde el factor tiempo sólo lo acababa rigiendo las esperadas puestas de sol, o nuestros estómagos que reclamaban algo más que bananos o galletas con relleno de chocolate... Para cerrar el estado de Ceará, llegamos a otro destino top en esta zona y también conocido con su diminutivo “Jeri”. JERICOACOARA.
El acceso de cierta dificultad, por la densidad de la arena que contienen sus carreteras, hizo necesario que nos hiciéramos con un conductor y deshinchar casi a la mitad los neumáticos, evitando así los inconvenientes de tener que sacar el coche de casi arenas movedizas, y así olvidarnos de problemas y disfrutar del maravilloso paisaje que nos rodeaba.
Este poblado situado entre dos inmensas dunas,
cuenta con apenas 4 arenosas calles, donde lindas pousadas de todos los rangos, variados restaurantes, tiendas con productos tradicionales y más turísticos, bares, sorveterías, supermarkets, rivalizan por llevarse los reales del día del turista. Jeri, tiene una belleza especial, a pesar de estar muy enfocada por y para el turista. Una preciosa bahía de aguas azuladas te dan los buenos días, animándote a adentrarte en ella y navegar con kite, windsurf, jangada o simplemente nadar calmando el calor de la mañana.
Sus incontables dunas, son el plan perfecto para recorrer al mediodía, dejando que la sensación de velocidad a bordo de un boogie te haga olvidar cualquier otro pensamiento que puedas tener en la cabeza. Para el almuerzo, pedir algo sabroso en las barracas de la Lagoa Paraíso, y en el caso de querer echar siesta, sin duda, dejarse mecer en una hamaca dentro de la misma Lagoa Azul.
Para la puesta de sol, la obligada cita en la majestuosa duna de “Pôr du sol”, donde prácticamente todos la población asciende a lo alto de la misma para realizar el ritual de despedida y seguramente de agradecimiento por el día vivido. Y donde saltar alegremente sobre sus cálidas y suaves arenas se convierte en el cierre de la sesión del día.
De vuelta a la pousada, puedes participar en una roda de capoeira o simplemente repetir a pleno pulmón, sus alegres cánticos a la vida.
La noche, con un peculiar ambiente, donde más locales que turistas se concentran en una de las calles cercanas a la playa, echando el ojo a lo que se mueve en la noche, puedes pedir cualquier combinado en las decenas de puestecillos ambulantes que ofrecen hasta con frutas naturales, todo al ritmo de samba, música electrónica o el siempre fiel de la noche, forró...
Jeri, nos regaló días de relax, playa, kite, hamaca, rutas en boogie, sesiones de caipirinhas, caminatas hasta la emblemática piedra furadada o el árbol que se lo quiso llevar el viento... (pero no lo consiguió...!)
Sin duda, Ceará nos ha conquistado a través de la belleza de sus poblaciones, paisajes que continúan vírgenes al turismo y la hospitalidad de sus gentes.
Días llenos de mucha paz y tranquilidad, donde consigues que todos tus pensamientos o preocupaciones, acaben siendo...
Mmmmmmmmm.... "Y qué suco me pido hoy...????"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

pídete el suco de mango que ha de estar buenísimo y, como convidado de piedra, el atardecer...

¡¡¡ Desfrutando da boa vida!!!

Ale dijo...

Hecho!!!! ;-)

Enrique dijo...

Que Lindo, un beso enorme :)) desde Furaifun
Enrique