EN BUSCA DEL SIGUIENTE HORIZONTE...

De nuevo, toca cerrar un capítulo más de otra etapa más de mi vida…
Esta vida que considero mi eterno viaje y del que una vez comienzas, es muy difícil, o casi imposible parar…



Es por ello, que “No Limits Expedition” ha pasado de ser un intrépido viaje en el que me embarqué para explorar este apasionante mundo, a ser un estado casi eterno de como enfocar la vida.

Salí a viajar para sentir que cada segundo del día me pertenecía exclusivamente y únicamente a mí.
Quería romper con la barrera de los horarios y ese reloj que nos persigue que vivir de la manera más intensa que cabe en mi imaginación…
Esta intención de salir de una rutina ha pasado a ser una forma de vida donde viajar se hace parte de ti y te embauca de tal manera, que tu vida se condiciona a ese sentimiento de exploración, de conocimiento y de vivir cada día casi como si fuese el último de mi existencia.



Esta 3ª edición de mi paso por Indonesia, pasando por las islas de Sumatra, Nias, Mentawai y Pulau Weh, vuelven a conseguir atonizarme con paisajes de ensueño, locales y personajes varios con los que la sonrisa se me escapa sólo en el momento de acordarme de ellos, playas donde te quedarías a vivir el resto de tu vida, nuevos amigos a encontrarme en cualquier lugar del planeta, olas de tal perfección que estar cerca de ellas sientes una mezcla de temor, miedo y admiración por la magnificencia de la naturaleza, colores, sabores, olores, sensaciones… y tantos momentos especiales que me llevo de tantos pequeños rincones, que sólo puedo seguir tan agradecida por la experiencia vivida y por las inmensas dosis de energía recargadas, a base de positivismo, luz y las ganas de vivir de cada ser con el que me he cruzado en el camino.



Y como cierre y despedida de este genial Surf-trip por los mejores spots del océano Índico, no puedo dejar de mostraros imágenes de surf, dónde mi hermanita brasileña “Mariana” se ha podido deleitar con olas de infarto demostrando su nivelazo, valentía y control sobre estos monstruos del mar



















...y algún shot mío donde lidio con mi mejor sonrisa estas temibles ondas del océano, antes de ser engullida por lavadoras gigantes que te centrifugan dejándote en un estado de divertido mareo pacífico...



















Lo que está más que seguro, es que dentro de cada uno de nuestros niveles, miedos y temores, la diversión, riesgo, aventura y pasión por este deporte ha estado más que asegurada.



Pasión por este deporte, pero más que el deporte en sí, por el espectáculo que el mar y sus océanos nos han regalado en cada ocasión y en cada instante en el que lo hemos sentido cerca de nosotras.








El mar, los océanos, las olas, sus rompientes, el arrecife, los millones de peces de colores, el ritual del surf y todos sus condicionantes, las apariciones y desapariciones del sol y todos los seres que lo engloban, son definitivamente parte de cada una de nosotras. De nuestras vidas y nuestras pasiones.

Nos marchamos de Sumatra con esa mezcla de tristeza y alegría contenida.
Cerrando maletas. Enfundando nuevamente nuestras tablas. Degustando el último plato de especialidades indonesias y revisando pasaportes, billetes y documentaciones varias para volver de este lugar llamado paraíso rumbo el campamento base para planear la siguiente escapada.




Sumatra, salamat pagui y terima kasih banygak!! Bengali!!!

BUSCANDO LUMBA-LUMBA'S EN PULAU WEH



Nos había costado llegar a nuestro destino final, pero lo que teníamos muy claro es que había merecido más que la pena.

Ubicadas en la Bahía de Sabang, enseguida nos hicimos con el centro de buceo, con el que queríamos sumergirnos y conquistar todos los fondos submarinos.


Casi ni hacía falta, sumergirse para darse cuenta que aquella isla sin duda, era de esas localizaciones en el mundo, de las que hay que disfrutar al máximo, ya que poco a poco, y por desgracia están desapareciendo y pasando a ser pura historia de lo que un día nuestro planeta fue.








La isla en sí, es un paraíso del que disfrutar de un entorno único, con una vegetación exuberante colgada sobre un océano de azules indescriptibles y con el resguardo de un cielo donde las nubes de tal densidad parecen tener vida propia.




Palmeras con figuras de modelo de pasarela, mariposas en bandadas felices entre sus mantos de coloridas flores, niños que juegan en la playa balanceándose en columpios que tocan el horizonte, felices pajaritos que cantan al ritmo del batir de las olas, y una energía pacífica que envuelve todo el lugar y a todo el que se encuentra en el.



Qué paz.
Qué tranquilidad.
Y que gran felicidad estar ahí para vivirlo...




Tras recabar la información necesaria del lugar y por el nivel de las inmersiones, y debido a que la gran mayoría de las mismas tienen unas corrientes muy fuertes, Mariana decidió sacarse la siguiente titulación para ser una gran Avanzada en el mundo del buceo, y yo así bucearía en todas las inmersiones posibles sin limitación alguna.



Y efectivamente, no defraudó.



Los fondos de Pulau Weh pueden hacerte dudar de si te encuentras sumergida en una pecera de un aquarium de especies con colores de todos los pantones existentes o si aquello, realmente es posible.



La claridad y transparencia del agua, la intensidad del azul, la variedad tan enorme de especies muchas difíciles de reconocer, la explosión de color, texturas, formas, tonalidades conviviendo en consonancia, conformaban un continuo espectáculo, en el cual, ni siquiera sabes hacia donde dirigir tu atención, ya que sientes que mires donde mires, te vas a dejar algo por ver en otro extremo...



Las escenas contempladas son tantas, que difícilmente se pueden contar todas... pero en nuestras memorias siempre quedarán momentos como el pacífico aleteo de una tortuga verde mientras nos contemplaba extrañada de nuestra presencia.



La feroz e imponente presencia de tiburones gris, bordeando el arrecife en busca de alguna presa o quizá simplemente haciendo la ronda de inspección. Millones de antías anaranjados anonadados nos miraban dentro de sus clásicas cuevas. Persecuciones de pequeños coloridos pececitos, jugando como en un patio de recreo.



Impresionantes morenas cubiertas con mantos de lunares o eléctricos colores, respirando impasibles a nuestra presencia y mostrando sus pequeñas pero bien afiladas dentaduras.

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Sesiones de manicura, donde pequeños crustáceos con grandes bigotes se aplicaban en sus labores de desinfección sobre sus pacientes.



Paseos entre jardines de inmensas gorgonias, de tal perfección que parecían escaparates de las tiendas más lujosas.
Sorpresas en la zona más azul, con apariciones de personajes como peces pelágicos, veloces atunes, una imponente dorada o hasta un gran Napoleón con su majestuoso sombrero en forma de cuerno.
Maravillarnos al encontrarnos con únicos y diminutos ejemplares de nudibranquios interrumpiéndoles en su camino por las calles del arrecife.



Aletear entre cañones submarinos, deslizarte bajo arcos de piedra natural o perder la vista en el abismo de paredes submarinas donde ni el principio ni el fin se conocen...

Y hasta sufrir un "terrorífico ATAQUE" de un pez payaso a mi cámara, dejando más que evidente, su gran valentía frente al monstruo que yo representaba... y mostrando que ese territorio ya estaba conquistado!!!



Payaso, pero con ni pizca de gracia...!!

Son tantas las imágenes, las vivencias y sensaciones que nos ha regalado este universo submarino a golpe de cada bocanada de respiración, que no podemos estar más agradecidas de haber compartido, maravillarnos y disfrutado de una pequeña parte de estos oasis submarinos.




Todavía faltan muchos por explorar, pero agradecidas una vez más, por tantos regalos en formas de experiencias submarinas... volvemos a hacer maletas más llenas que nunca... para el cierre de esta etapa de Sumatra, Indonesia.



Gracias Pulau weh!
Gracias Sumatra!
Gracias Océano Indíco...!


PD: "Los lumba- lumba nos saludaron en 2 ocasiones..." ;-)