COSTA NOROESTE DO BRASIL: EL PARAISO DEL KITE

De nuevo, el reloj vuelve a marcar los últimos minutos de esta etapa de mi viaje. Y en esta ocasión, tengo más que claro que es un spot al que volveré. Pero volveré con el plan único y exclusivo de sólo hacer kite, recorriendo la costa entera navegando desde Cumbuco hasta donde el viento, el tiempo o las piernas aguanten... Este viaja ha sido como un viaje de prospección, en el que conoces todos las localizaciones, spots y rincones perdidos. Sin aprovechar y exprimirlos en su máximo sentido, pero tomando buena nota de donde y donde no ir.
Toda la costa te ofrece infinidad de spots con opciones para todos los niveles de kite. Y sin duda, de lo que conozco por ahora, la mejor zona para kitear hasta no poder más y con diferencia.
Se trata de hecho como un Disney world o parque temático, donde como un niño pequeño te diriges a cada spot, como la atracción de tu vida donde los nervios se apoderan de tí desde el momento en que sabes que la diversión está a punto de comenzar...
Desde apacibles e idílicas lagoas donde puedes estar navegando tú con algunos que otros desconocidos más, hasta que la puesta de sol te marque que se acabó por hoy.
Siguiendo con bravos mares en los que adentrarte luchando entre olas de considerable tamaño,
continuando con desembocaduras de ríos que se unen al mar, donde no sabes si estás navegando en agua dulce o salada, downwinds eternos en los que puedes llegar a no sentir las pierrrnassss Coronel Truhmmmannnn...
Lagunas naturales de color azul verdoso formadas por la marea baja donde puedes volar hasta tocar el cielo,
compitiendo con las lagoas de agua dulce donde puedes navegar entre vacas y caballos que pastan a sus anchas, spots en los que el paisaje te envuelve como dunas al más estilo rascacielos de Manhattan, pequeñas y humildes poblaciones de pescadores que continúan con sus rutinas diarias,
campos y llanuras vírgenes donde sólo sientes estar tú y la naturaleza en su estado más puro...
Tu cometa impulsada por ese viento constante, surcando un brillante mar y en busca de alguna ola a la que partir por la mitad, salpicaduras de agua en la cara, el sol que no da tregua alguna con cada rayo de sol, una temperatura de agua que se podría equiparar a un agradable baño de spa, y en definitiva, la conjunción de la adrenalina y la paz que este deporte te revierte en cada metro navegado.
Me marcho feliz por cada minuto en el agua. Desde el segundo de vislumbrarlo cada mañana, sentirlo salpicando mi piel hasta en las peores caídas, hasta el momento de salir agradeciendo por ese cúmulo de sensaciones regaladas.
Pero también me marcho, mirando el calendario... en busca de esa fecha en la que volver para conseguir fundir cada una de esas atracciones, que este maravilloso parque temático de naturaleza te ofrece en su estado más salvaje y auténtico.
A todos los kiters, ir comprando ya las entradas para el nuevo Disney kite Brasil! Y a los que todavía no navegáis... no sé, a qué esperáis para comenzar...!!
Como podéis ver en mi cara... la felicidad no es tan difícil de lograr...