BUSCANDO LUMBA-LUMBA'S EN PULAU WEH



Nos había costado llegar a nuestro destino final, pero lo que teníamos muy claro es que había merecido más que la pena.

Ubicadas en la Bahía de Sabang, enseguida nos hicimos con el centro de buceo, con el que queríamos sumergirnos y conquistar todos los fondos submarinos.


Casi ni hacía falta, sumergirse para darse cuenta que aquella isla sin duda, era de esas localizaciones en el mundo, de las que hay que disfrutar al máximo, ya que poco a poco, y por desgracia están desapareciendo y pasando a ser pura historia de lo que un día nuestro planeta fue.








La isla en sí, es un paraíso del que disfrutar de un entorno único, con una vegetación exuberante colgada sobre un océano de azules indescriptibles y con el resguardo de un cielo donde las nubes de tal densidad parecen tener vida propia.




Palmeras con figuras de modelo de pasarela, mariposas en bandadas felices entre sus mantos de coloridas flores, niños que juegan en la playa balanceándose en columpios que tocan el horizonte, felices pajaritos que cantan al ritmo del batir de las olas, y una energía pacífica que envuelve todo el lugar y a todo el que se encuentra en el.



Qué paz.
Qué tranquilidad.
Y que gran felicidad estar ahí para vivirlo...




Tras recabar la información necesaria del lugar y por el nivel de las inmersiones, y debido a que la gran mayoría de las mismas tienen unas corrientes muy fuertes, Mariana decidió sacarse la siguiente titulación para ser una gran Avanzada en el mundo del buceo, y yo así bucearía en todas las inmersiones posibles sin limitación alguna.



Y efectivamente, no defraudó.



Los fondos de Pulau Weh pueden hacerte dudar de si te encuentras sumergida en una pecera de un aquarium de especies con colores de todos los pantones existentes o si aquello, realmente es posible.



La claridad y transparencia del agua, la intensidad del azul, la variedad tan enorme de especies muchas difíciles de reconocer, la explosión de color, texturas, formas, tonalidades conviviendo en consonancia, conformaban un continuo espectáculo, en el cual, ni siquiera sabes hacia donde dirigir tu atención, ya que sientes que mires donde mires, te vas a dejar algo por ver en otro extremo...



Las escenas contempladas son tantas, que difícilmente se pueden contar todas... pero en nuestras memorias siempre quedarán momentos como el pacífico aleteo de una tortuga verde mientras nos contemplaba extrañada de nuestra presencia.



La feroz e imponente presencia de tiburones gris, bordeando el arrecife en busca de alguna presa o quizá simplemente haciendo la ronda de inspección. Millones de antías anaranjados anonadados nos miraban dentro de sus clásicas cuevas. Persecuciones de pequeños coloridos pececitos, jugando como en un patio de recreo.



Impresionantes morenas cubiertas con mantos de lunares o eléctricos colores, respirando impasibles a nuestra presencia y mostrando sus pequeñas pero bien afiladas dentaduras.

v


Sesiones de manicura, donde pequeños crustáceos con grandes bigotes se aplicaban en sus labores de desinfección sobre sus pacientes.



Paseos entre jardines de inmensas gorgonias, de tal perfección que parecían escaparates de las tiendas más lujosas.
Sorpresas en la zona más azul, con apariciones de personajes como peces pelágicos, veloces atunes, una imponente dorada o hasta un gran Napoleón con su majestuoso sombrero en forma de cuerno.
Maravillarnos al encontrarnos con únicos y diminutos ejemplares de nudibranquios interrumpiéndoles en su camino por las calles del arrecife.



Aletear entre cañones submarinos, deslizarte bajo arcos de piedra natural o perder la vista en el abismo de paredes submarinas donde ni el principio ni el fin se conocen...

Y hasta sufrir un "terrorífico ATAQUE" de un pez payaso a mi cámara, dejando más que evidente, su gran valentía frente al monstruo que yo representaba... y mostrando que ese territorio ya estaba conquistado!!!



Payaso, pero con ni pizca de gracia...!!

Son tantas las imágenes, las vivencias y sensaciones que nos ha regalado este universo submarino a golpe de cada bocanada de respiración, que no podemos estar más agradecidas de haber compartido, maravillarnos y disfrutado de una pequeña parte de estos oasis submarinos.




Todavía faltan muchos por explorar, pero agradecidas una vez más, por tantos regalos en formas de experiencias submarinas... volvemos a hacer maletas más llenas que nunca... para el cierre de esta etapa de Sumatra, Indonesia.



Gracias Pulau weh!
Gracias Sumatra!
Gracias Océano Indíco...!


PD: "Los lumba- lumba nos saludaron en 2 ocasiones..." ;-)

0 comentarios: