Tele-transportada a otra dimensión en menos de 5 horas




Y ahi estoy de nuevo.

Sentada frente a mi puerta de embarque. Con mi pasaporte y billete en la mano, comienzo a sentir como estoy más en mi próximo destino que en el que actualmente me encuentro.
Cambio India y Nepal por Japón. Son apenas 5 horas de vuelo, pero el cambio es tan abismal que me siento subiendo en una nave espacial para tele-transportarme de un mundo a otro.



Paso de los coloridos saris, voluptuosos turbantes y teces de bronce por ojos rasgados, conjuntos de últimas tendencias y tecnología de serie incorporada a cada habitante.
Paso de una sociedad que convive con la suciedad, el caos, el ruido y la pobreza en sus día a día, a un país donde el trabajo es lo primero, todo tiene un protocolo a cumplir, y el ritmo de vida es tan vertiginoso como el del número de teléfonos móviles por metro cuadrado...

Para no perder costumbre, los nervios y la ilusión me acompañan siempre...por lo que nunca voy sola!

Como primer anfitrión me recibió brillando al sol, el volcán Fuji con su simétrica cima cubierta de nieve.


“Uauuuuuuuuuu! Que pasada!” Japón ya me sonreía sin aún haber llegado...

Aterrizo en Tokyo con puntualidad japonesa. Una hora de visado y control de pasaporte tambien a la japonesa, registro total de toda mi maleta con inspección personal en un cuarto colindante... (debo tener cara de “rubia sospechosa tramando algo...o quizá fuese que pensaba que mentía al decir que viajaba por ocio durante un año... De hecho, me preguntó Como era posible???”), cambio de moneda a mi nueva divisa “Yen” y billete de autobús a Yokohama para reencontrarme con mi mamacita y con nuestros amigos japoneses los “Ueki”!
“La última vez que los ví tenía 6 años...así que a ver si me reconocen...!!”

Tuvimos un emocionante reencuentro con toda nuestra familia japonesa, recordando viejos tiempos y miles de divertidas anécdotas:



Toshi: padre de la familia. Toshi me recordaba como siempre decía a todo el mundo que yo tenía dos casas: la mía y “Toshi's house”. Pasaba tanto tiempo con ellos, que hasta me llegué a apropiar de su casa...jejejjeje
Yuki: madre de la familia. Yuki nos contaba como nunca perdía ocasión en ir al supermercado japonés en USA a comprar dulces y chocolates japoneses con ellos. Les llenaba su carro con tanto dulce que Yuki pensaba que me podía dar una intoxicación con tanto azúcar...
Yuka: hermana mayor, un año mas que yo y la cual me confesó haber sido “la primera chica con la que se pegó con uñas y dientes porque le quería robar a sus hermanos...!”
Moto: hermano mediano. Era de mis mejores amigos en la infancia, de hecho decía que era mi hermano y al ser un poco menor que yo y además un buenazo...siempre le mandaba que me siguiese! Lo pasabamos genial juntos!
William: el mas pequeño de todos. Era un bebé cuando jugaba con él. Me encantaba cuidarle, y tambien me lo apropié como mi hermano mas pequeño.
Muchos momentos y recuerdos a compartir y de hecho, la gran mayoría incluso a descubrir...

Junto a nuestra familia Japonesa pasamos los primeros días iniciales conociendo la ciudad de Yokohama, la locura de Tokio y celebrando con una buena comilona de sushi el 45 cumple años de mi querida “mamita”!
(“Hermanito, te lo perdiste!! Pero tranquilo que me comí tu parte de sushi y sake, of course!!...” :-)



Yokohama,



una ciudad al borde del mar, a menos de una hora de Tokyo, con 3,5 millones de habitantes sirve de ciudad dormitorio a muchos ejecutivos y trabajadores de la capital, a la vez que te ofrece un skyline de flamantes edificios,



grandes avenidas, un inmaculado “Chinatown” con mucho encanto, un majestuoso puerto comercial



y por supuesto, centros comerciales con todo listo para satisfacer a los más consumistas.



Tokio, tiene tanto para describir y comentar que podría escribir un libro entero...

Tokio es ese color que deslumbra. Enfrentamiento de la tradición contra la incesante modernidad.
Una velocidad frenética no apta para cardiacos.
Tiene tanto que ofrecer que podrías pasar el resto de tu vida descubriéndola y siempre te quedaría algo con lo que sorprenderte...

Desde su mercado de pescado donde cada mañana se subastan las mejores piezas de atunes de centenares de kilos, entre los gritos de los que subastan y los que compran. Pasando en apenas unas horas a servirse como sashimi o sushi en los mejores restaurantes de la ciudad.


Mezclarte en una de tantas grandes avenidas colapsadas de tráfico humano desenfrenado y en perfecta sincronía es otra locura. Sincronía en las que unos vestidos de la forma mas extravagante buscan esa prenda con la que seguir rompiendo esquemas y brillar frente al espejo.




Mientras otros siguen los patrones de la sociedad sumidos en sus trajes de la formalidad y con los que esperan llegar a ese puesto de prestigio algún día...
Visitar uno de tantos templos sintoístas y budistas conviviendo junto a impecables rascacielos futuristas.

Dudar en usar el modelo de toilet tradicional estilo baño turco con alerón o el WC con calefactor, sonidos y tantos botones que hasta te da miedo utilizar...
Cruzarte con mujeres con kimonos tradicionales caminando impasibles a la última moda “Harajuku” y Manga de los adolescentes.


Perderte en uno de los miles de centros comerciales, hasta encontrar inmensos apacibles parques en el medio de la ciudad...
Hay tanto que ver, que hacer y que conocer... que no sólo necesitamos la típica guía de viaje para conocerlo en profundidad.
Necesitamos sumergirnos en esta sociedad que avanza a un ritmo que cuesta seguir y sobre todo, comprender.



Tokyo te ofrece una sociedad entregada al trabajo, al consumismo desenfrenado, a la diversión sin límites, a incorporar la tecnología como necesidad prioritaria, a convivir con las normas, la educación y el protocolo como forma de sus vidas y todo en una ciudad donde la friolera cifra de 12,5 millones de habitantes viven vidas casi programadas por ordenador para llegar algún día a convertirse en el patrón perfecto que la sociedad japonesa exige y todos ansían.



Estética, poder, apariencia, tecnología, riqueza, status, educación, reconocimiento, tradición, salud, moda y mucha perfección serán las estrellas invitadas en esta nueva galaxia interestelar. Otra nueva etapa NLE a conquistar!



El espectáculo acaba de empezar!

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