Respirando nuevos aires de paz y tranquilidad



Cargados con nuestras mochilas al hombro, intentando esquivar la basura, charcos de agua sucia o excrementos varios sin definición e ignorando las continuas réplicas de cada vendedor con el que nos cruzábamos, recorremos por última vez las ya conocidas laberínticas callejuelas que nos separan de la estación de tren para decir ese “Namasté” a este sin duda, impactante país.



Como despedida, India nos rindió homenaje con un retraso de 3 horas y media extra sobre las 23:20horas en que deberíamos haber subido a nuestro vagón.
En esta ocasión, nos sentimos como los que viajan en “buisness” o incluso en Jet privado, al tener no sólo una plaza sino una cama para cada uno donde dormir a nuestras anchas...!!
Tras una noche relativamente tranquila donde la tónica habitual es la de un continuo vaivén de pasajeros donde las luces se encienden y se apagan, cada pasajero grita como los gallos en el amanecer y los voluminosos bultos, niños e incluso animales se pasan de mano en mano con destino el andén mas cercano...
Continuando con las 3 horas y media de retraso, llegamos a nuestro siguiente punto de partida con destino la frontera con Nepal.
Un autobús local que prometía todas las comodidades, acabó siendo una de las mejores latas de sardinas en escabeche con 4 ruedas mal acopladas nunca vistas! Pero en esta caso, las sardinas éramos nosotros y como si de un concurso de Tv se tratase, intentaban llenar, apilar y apretujarnos hasta el punto de pensar que alguno ya no respiraba... “Qué locura y que paciencia tiene la gente...”



3 horas más en un ambiente sudoroso, con brazos, piernas y pisotones por todos lados junto con un viaje en trickshaw hasta la frontera, acabando con el papeleo, varias estampitas y 25$ de visado para por fin pisar territorio de Nepal!

Yujuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!!!


Con nuestras sonrisas y la compañía de un americano de Detroit, Jesse, una Mexicana de Oaxaca, Anel, y una Israelita, Tai, nos íbamos a encontrar con el siguiente dilema a resolver...


Eran apenas las 12h del mediodía, y por ser un día festivo post- “Diwali” no había el servicio habitual de autobuses, teniendo la única opción de esperar 4 horas en la polvorienta frontera de “Sunauli".
Las siguientes horas las pasamos entre un ir y venir de paseos de un lado a otro, unos escoltando el equipaje y otros intentando negociar con todos los oportunistas de turno, que en lugares como una frontera, hay muuuuuchos...!!!
Nuestro objetivo, buscar un coche que nos llevase a nuestro destino al noroeste de Nepal: “Pokhara”...
Sin éxito alguno tras casi 3 horas, nos dimos por vencidos saciando al menos nuestros ruidosos estómagos en un restaurante local y esperando los tictacs del reloj para subir a nuestro “supuesto” último medio de transporte...
16:00h.- Ansiosos nos dirigimos al bus, pero ya nos avisan que sale a las 17:00h. “Uffffffffffff!! que le vamos a hacer...Dicen que al mal tiempo buena cara, no?”
17.00h.- De nuevo y con más ímpetu volvemos a la hojalata con ruedas, para escuchar nuevamente que se vuelve a postponer hasta las 18:00h... “No puede ser!!! Pero si... si puede ser...!”
18:00h.- Acoplados con nuestros bultos en el tejado e intentando guardar nuestro asiento como el pirata que guarda su tesoro... nuestro bus decide arrancar a las 18:34h exactamente templando así nuestros nervios, cansancio y sobre todo, las ganas de llegar!



“Llegaremos? Sigue siendo una incógnita...!”

“El viaje no puedo dejar de comentároslo, ya que actualmente está en los TOP 3 de historias para no dormir...”
De nuevo apoltronados en nuestros asientos, pasamos otras 10 horas y media, intentando dar unas cabezadas sin conseguirlo mecidos por los continuos volantazos que el conductor ejercía en cada curva, ras o rasante. A la vez que una locura de pasajeros ocupando de nuevo todo el espacio vital del pasillo y alrededores se movía de un lado a otro, como si hubiese una fiesta o “rave” en la parte posterior del autobús...
De hecho, todavía dudo si hubo fiesta o no, por el follonazo que había y si fue así...encima de no pegar ni ojo, me la perdí!
"No estaba ya...para muchas fiestas...!!"

Lo peor de todo, no eran los volantazos, ni la que había liada a nivel de ruido, gente y griterío generalizadoo dando igual la hora que fuera...
Lo peor eran las repetidas paradas que hacíamos sin motivo alguno y en cualquier intervalo de tiempo. Paradas para recoger gente, para tomar un café, para estirar las piernas, para no hacer nada, porque me apetece, porque le apetece al de al lado, porque que pereza seguir...porque “yo lo valgo...!"...hasta el punto de parar en una cuneta durante casi una hora, para que el conductor se echase una cabezadita...
Un noche bastante surrealista, que acabó premiándonos con la llegada al menos “sanos y salvos...” a “Pokhara” a las 4:47h de la madrugada.

Todo este trajín de medios de transporte mereció abismalmente la pena por el paraíso al que habíamos llegado.
Con una población numéricamente contada como acogedora, que se encuentra en torno a un inmenso lago de superficie inmaculada, rodeado de enormes montañas con un verdor Pantone 333 y con las abismales y nevadas cimas del Anapurna resplandeciendo con el brillante sol de la mañana, nos daban la bienvenida con toda la mejor energía del lugar.



No hace falta mas que pasear por sus apacibles calles llenas de pequeñas tiendas, agradables restaurantes y soleadas terrazas llenas de turistas y locales dejando que el tiempo pase con la compañía de un buen libro, diario o dedicando esos minutos a la vida contemplativa, haciendote sentir al instante que tus pulsaciones descienden a límites casi preocupantes...

Pokhara en apenas unos minutos, consiguió transmitirnos la tranquilidad, paz y sosiego que tanto ansiábamos.
“Que maravilla!”



Pokhara se convirtió en nuestro parque de atracciones natural soñado con mil y una actividades por emprender, deportes a disfrutar y paraísos perdidos a conocer.
Navegar a vela por el lago, surcar los aires en un parapente, recorrer en una BTT los escarpados caminos, hacer rafting en sus aguas bravas, escalar sus paredes de vértigo, caminar hacia alguna de sus temida cimas...
Ufffffffff!! Hay tanto que hacer, que necesitaríamos dos vidas más cada uno para disfrutarlo todo!!!



Un parque de armonía, aire puro, vegetación floreciente y sonidos de la naturaleza, que nos serviría de base para organizar muy tranquilamente nuestra estancia en este increíble país.

“Quedaros con el nombre... porque puede que los que nos quedemos seamos nosotros...!!!”

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Kolo!!
Encantada de tenerte como lector del blog!
Tambien he visto el tuyo y veo que tu tampoco paras quieto!!
A disfrutar dde la vida que son dos dias!
Un abrazo desde Asia!!

Alejandra ,-)