Encuentros en la II Fase de Camboya




Superando las numerosas historias para no dormir, “No limits” continúa ruta entrando por la frontera Norte con Laos conquistando nuevamente Camboya en busca de varios refuerzos.

El caótico trayecto superando con creces los realizados hasta la fecha incluyeron 3 estafas de la frontera, para sellar la salida 2$ extra, por darte el visado 3$ de más y por sellar la entrada un último 1$ más porque sí...
Unido a un supuesto bus turístico donde las mochilas viajaban hacinadas al fondo y por el pasillo, junto con 6 turistas que tuvieron que viajar mas de 4 horas de pie habiendo pagado 18$ por un supuesto VIP bus...
Pero esto es Asia y aquí todo es posible!!

Finalmente tras 9 horas de trayecto para recorrer apenas 300km, consigo bajar del destartalado bus llegando a la población de Kratie.
Una vez instalada consigo ahogar todas las largas horas de bus con una buena ducha fría.

Salgo de mi Guesthouse para pasear entres las calles con mi cámara al cuello en busca de ese momento especial que cada rincón te regala.




Kratie te ofrece una mediana población con cuantiosos edificios coloniales situada al borde de mi infatigable compañero de camino, “el Mekong” y en torno a un mercado central donde centenares de persona intercambian su productos entre basura, desagradables olores y mucha suciedad. Por la dejadez, antigüedad y deslavadas fachadas y calles de la ciudad, podrías pensar que desde que termino la guerra en el 79, no han hecho nada por mejorarlo... pero el día que lo hagan será un lugar maravilloso.





Otro detalle que llama mucho la atención son las vestimentas de un porcentaje altísimo de mujeres y niños los cuales visten durante todo el día los modelos de pijamas mas coloridos y vistosos que os podáis imaginar... Llama muchísimo la atención sobre todo si estás en el banco y la mitad de la gente visten pijamas de ositos... Están de pijama-party todo el día!!




El día siguiente junto a mi amigo Peter (un inglés de 2m) recorremos los poblados de los alrededores, ascendemos a alguna colina cercana para admirar las vistas y nuevamente salimos a las aguas del Mekong para saludar a los delfines Irrawady, pudiendo ver a estos vergonzosos pero extraordinarios seres una vez mas.




El día siguiente llegaba mi primer refuerzo de España: mi amigo y compañero de trabajo David Tort.

Sentada en una mesa y tomando una Lao-Lao con Peter y una encantadora familia de Pamplona apareció “ojitos” para unirse durante un periodo de mi ruta.
Qué ilusión poder compartir nuevamente parte de mi viaje con mi gente!

Un paseo por las humildes casas y otro minúsculo mercado de barrio, una puesta de sol mirando el Mekong y una cena con “Amok de pescado” fueron nuestros pasatiempos del día antes de irnos a dormir, ya que mañana nos vamos los tres en un todoterreno hacia el Este a la inexplorada área de “Mondulikiri”.

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