En tren por Malasia, siguiente parada, "Hat-yai", Tailandia.



Dejamos atras Indonesia para seguir la ruta, pero ahora por tierra firme.

Dejamos atras islas de color, de eternas sonrisas, de infinitas palmeras, de relajadas tardes, de olores enfrentados, de regalos visuales, de desconocidos familiares, de sorpresas continuas y de superavit de energía positiva.

Aterrizamos en Kuala Lumpur tras un vuelo de 3h bastante "movidito".
De nuevo en esta capital, pasamos un par de dias conociendo otros puntos de interes de la ciudad, y acabando el ajetreado dia con una cenita "Occidental" con un rico vino tinto Chileno!





15.30h. Piiiiiiiiiiiiiiiiiiii! Con la hora de retraso de rigor, salimos de Central Station en un vagon con asientos color añil de plastico, desmesurado aire acondicionado, mujeres con sus coloridos velos y un agradable traqueteo que invitaba a dejarte llevar por el paisaje.

21.20h. Proxima estación: "Butterworth", Malasia. Hacemos parada en esta estacion durante 2 dias para conocer la isla de Penang.
Se trata de una antigua ciudad colonizada por los ingleses en la costa noroeste de Malasia. Sus muy diferenciados barrios, hacen que puedas disfrutar de un paseo en trickshaw entre sus edificios coloniales, un fuerte con sus oxidados cañones, el siempre colorido "Little India" con su musica de Bollywood a todo volumen, y la locura de "Chinatown", con sus 1001 comercios, puestos con patos laqueados colgados del cuello y tenderetes callejeros con sus incansables woks preparando los platos mas estrafalarios...
Sientes como si hubieras viajado millones de km entre una calle y otra...

La tarde la pasamos en una incomoda motocicleta recorriendo la costa del norte y llegando a la zona del interior, para conocer el templo budista chino de Kek Lok si.
Un impresionante templo con cantidad de galerias, salas, budas dorados, coloridos tejados, velas con inscripciones y un ambiente inundado por el olor del incienso, pasaban a ser la antesala para llegar a la gran estatua de Kuan Yin.
A pesar de estar entre andamios y todavia en construcción, se ve latente la grandiosidad de esta estatua, la cual pretenden rodear con 10.000 budas de 2m...
(Habrá que volver...)






4:00h. Todavia de madrugada y todavia muy dormidas, subimos de nuevo en el Oriental express.

9:05h. Proxima estación: "La frontera con Tailandia". Rellenar formularios, pasaporte, hacer cola, sonreir al policía de aduanas.... Y de nuevo al tren.

10:20h. Proxima estación: "Hat-yai!"
El sol de Tailandia y de nuevo mi amiga, Maria (Piña), nos reciben cariñosamente para seguir disfrutando de las maravillas de este planeta.

Tailandia, ahí vamos!
(Y ojo que ahora somos 3.....!) ;-)

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