Pacífico, un océano de sorpresas.



Sábado 7:00h de la mañana. Mientras el sol luce con fuerza y el calor empieza a notarse, nos dirigimos todos hacia Malpaís, dónde hemos quedado con el pescador “Rolamd” para irnos de excursión a Isla Tortuga y sobre todo celebrar todos juntos el próximo cumple-años de mi hermanito, q ya va a por los 32!!!

Nada más salir y pasar el primer cabo, el pescador nos enseña un lugar en medio del mar, dónde observamos como salen burbujas del fondo del océano como consecuencia de un volcán que se encuentra en las profundidades y de forma activa.

Primeros “caretos” del día…con la primera sorpresita, esperando que esté tranquilo por mucho tiempo....

Continuamos el camino hacia la isla, segunda sorpresita del día, al enredarnos con unas líneas de pescadores y tras solucionarlo fácilmente, ver como el motor no hace ni el más mínimo amago de arrancar…

Nuestras caras lo decían todo…al ver que el “Mae” no lo solucionaba…

Pasaron unos minutos a la deriva, en los que pensábamos sacar las cañas y pescar mientras se solucionaba, cuando oímos el Rrrrrmmmmmmmmm del motor otra vez…

Ufffff!! Salvados! De nuevo rumbo Isla Tortuga.

Antes de llegar a tierra firme, todos al agua con gafas y tubo para ver algunos peces tropicales, y nadar con un perdido pez trompeta, disfrutar de los colores de los peces ballesta, molestar a una morena tropical, ver lo territoriales que son los peces damisela, etc.etc.

Tras comer un picnic en una playa de postal, dormir una pequeña siesta y hacer la imprescindible sesión de fotos, volvemos a puerto sin antes prometernos que vamos a pescar 7 piezas mínimo para hacer la gran parrillada…

Todos estábamos relajados, disfrutando del vaivén del barco, cuando “Roland” grita “Ballenaaaaaaaaaaaaaaaaa”….. Ahí estaba nuestra grandiosa tercera sorpresa del día.

Huahua!!! Todos nos colocamos en proa. Nerviosos para intentar verla aunque fuese sólo un segundo…

No sólo fue un segundo, sino casi 45 minutos de reloj, fue el tiempo exacto que pudimos disfrutar de una ballena jorobada, madre con su cría, haciendo todo tipo de giros, saltos y aletazos a menos de 15m de nuestra pequeña embarcación…

Un espectáculo difícil de describir con palabras. Hay ciertas imágenes en la vida que sólo se pueden vivir y sentirlas, y os aseguro que esta es una de ellas.

Al poder disfrutar de ella durante tanto tiempo, pudimos hacerle un reportaje completo. Espero q os gusten! Tenemos hasta vídeo y lo colgaré para q tambien disfrutéis de ella.

Tras este éxtasis para los sentidos, nos disponemos a pescar atunes, pargos, dorados y todo lo que se nos pasara por la cabeza… Estábamos tan eufóricos que ya nos imaginábamos el barco a rebosar de pescado.

De nuevo otro grito y sorpresa más… “Delfiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiines”!!! Unos 20 delfines jugaban con la estela de la proa, como si de una coreografía se tratase…

Son tan majestuosos, tan perfectos, tan ágiles… Yo me moría de ganas de lanzarme al agua con ellos, pero una vez más me tuve que contentarme con ese lindo espectáculo visual.

(Más fotos que acrediten la historia…que sé que después de la del “tiburón” jejejjeje, todo suena a cuento chino….jejejjejeje (Inocentes….!!!)

Uauuuuu…. Vaya día!

Sólo faltaba la pesca…que no llegó a picar en nuestros anzuelos, pero si pagando en puerto 9.600 colones por un Pargo de 12kg.

Otro día más irrepetible, que perdurará como un mar de sensaciones.

Pura Vida!

1 comentarios:

JuliYO dijo...

Rubia!...impresionante!!...no tengo palabras!!que acumulo de sensaciones inexplicables!!..
Por aca se te extraña..avisa cundo logres llegar a tierra firme!!..
besos
Julieta