Me quedan apenas unos días en Tailandia, ya que mi visado me obliga a decir un hasta pronto a este maravilloso país!
Por lo que decido explorar un pequeño pueblo llamado Pai, situado en la parte Noroeste de Tailandia y del que había oído hablar mucho...
Efectivamente, Pai, es lo que todo el mundo comentaba “ por lo bajini”... como para que solo se entreren unos cuantos afortunados y así conseguir que aquello siga siendo ese reducto de paz y armonía que flota en el ambiente. Se encuentra enclavado entre montañas, ríos y una exhuberante vegetación.
Pai te recibe con un encantador pueblo con estrechas calles, pequeños comercios y bares con encanto, tallleres de artesanias, salas de yoga, timidos templos, perros que duermen al sol, alegres librerías y sobre todo, una mezcla de gentes del mundo que tal y como yo he llegado a Pai esta mañana, ellos llegaron en su día quizá de paso...y al final han quedado atrapados por el karma del lugar.
Como alojamiento encuentro un precioso bungalow con vistas al río, y donde la dueña, (una mujer Tai que no habla ni una sola palabra de inglés), me recibe como si nos conociesemos de toda la vida.
Si supierais la que tuve que liar para explicarla que tenia una rata de un tamaño de un gato practicando taconeo en el tejado de mi bungalow y que quería cambiarme a otro...
Toda una odisea, con final feliz para mi y para la rata que siguió de taconeo pero en el bungalow de al lado.
Mis dias de despedida de Tailandia transcurren con mucha tranquilidad. La misma que se respira y que te aborda desde que llegas a Pai.
Clases de Yoga por la mañana, desyauno con WIFI en un bar hyppie donde unos tocan la guitarra, otros leen, enfrente una chica hace meditacion...por la tarde paseo por el rio, hacer fotografías, leer, escuchar la lluvia o concocer a los personajes que han quedado atrapados en este lugar, son algunos de mis quehaceres diarios.
Llego el dia. 20h. Toca cargar con mis bultos, adios a mi ama de llaves Tai y a este minisculo paraiso. Me dirijo a coger mi siguiente transporte hasta la forntera con Laos.
Hasta pronto a Tailandia con algo de tristeza, pero al menos se compensa con la alegría e ilusión de comenzar de nuevo, mi siguiente nuevo destino: Laos allá voy!
PAI. Un pequeño oasis de paz donde el tiempo se detiene.
Publicado por
Ale
en
lunes, julio 20, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario