Amanece el día que toca calzarse de nuevo las botas y buscar un poco de mucha accion. Asi que esa misma mañana me apunto a un trekking de varios dias por las verdes montañas de Chiang mai.
El programa es super completo y ahora que voy de cliente, sin tener que organizar absolutamente nada, lo disfruto como una enana.
El 1er dia comenzamos la jornada visitando un parque de orquideas y mariposas, parada en un mercado local para reponer provisiones, y justo cuando llegamos al punto de partida del trekking, el cielo decide mostrarnos con todas sus fuerzas como son los monzones asiaticos... Que barbaridad! Como llovía!!!
Nos juntamos un grupo muy ameno: 2 sonrientes polacas (una de ellas vino en chanclas a un trekking de 2 dias), 2 peculiares israelitas, 1 alemana matematica, 1 ingles con ganas de llegar al poblado y tomar una cerveza, 2 americanas con un marcadisimo acento, 1 colombiano costaricense que casi le da un ataque porque penso que habia perdido el pasaporte, 1 callado coreano y 4 españoles que como siempre fueron la guinda del pastel!! “Almu y Jose, sois los mejores!”
Tras comer un insipido arroz bajo un soportal de bambu, toca prepararse para la caminata. Mochilas, capas de lluvia, agua, fruta y vaaaaaaaaaaaaaaamonos!
La diversion estaba garantizada con un camino embarrado por la incesante lluvia, vivaces riachuelos, espejos de campos de arroz, densas nieblas sobre las cimas, pequeños poblados de humildes casas de bambu y paja fueron nuestra tonica de todo el camino.
El verdor del paisaje que nos envolvia cada vez se hacia mas y mas denso, al punto de perder la luminosidad del sol durante un largo trayecto.
Tras varias horas de ascender suavemente, iniciamos la bajada a un poblado que usariamos de campamento base.
La lluvia continuo con la misma intensidad, y el camino se convirtio en un tobogan de barro, donde los resbalones y caidas se sucedian, entre risas y mas risas y algún susto por no acabar despeñandonos en el rio.
Por fin llegamos a las escasas 5 casas que forman el poblado donde pasariamos la noche. Se trata del asentamiento de la tribu de los Lahu. Son aldeas tribales cuyo origen se remonta al Tibet y cuyas vestimentas destacan por sus chaquetas negras y rojas con estrechas faldas, largas cabelleras y sus inconfundibles negras sonrisas.
Tras acomodarnos en nuestra cabaña con una esterilla, mantas y una mosquiteras, ahora si...
Fuera toda la ropa mojada y embarrada y a cenaaaaaaaaaaaar!
Mas arroz, con verduras y caldo fueron el buffet que nos calentó a todos a la luz de una diminuta vela.
La noche la cerramos tocando instrumentos musicales típicos tailandeses con la compañia de "Jhee", con su siempre impecable negra sonrisa y con el firme proposito de calmar la imparable lluvia monzonica.
El dia siguiente, de nuevo toca caminar otro tramo hasta un nuevo centro de elefantes para ahora disfrutar de un paseo a lomos de uno de estos gigantes.
Pero nuestro rito musical de anoche no hizo demasiado efecto, ya que la lluvia continuaba sin dar tregua alguna.
Lo mejor del paseo y apesar de tener que realizarlo con la inagotable lluvia, fue que la mayoría de la ruta, lo hicimos dentro de un caudaloso rio.
Una sensación genial!
Para seguir con mas agua, continuamos descendiendo otro tramo del rio, con balsas construidas unicamente de bambu. Lo llamaban Bamboo rafting y son unas estructuras de bambu sobre las que te acomodas y disfrutas de un paseo relajado y muy original en un paisaje maravilloso!
Por fin reponemos fuerzas, con un gigantesco plato de noodles y empapados hasta las orejas nos dirigimos a conocer la tribu de las mujeres Karen con sus peculiares mujeres jirafa.
No todas las mujeres de la tribu son las que consiguen ser mujer jirafa, solo las que nacen los miércoles de luna llena son consideradas las privilegiadas de ese honor, para ellas es toda una honra ya que son admiradas por el resto de la tribu y desde muy pequenitas empiezan a colocarse los aros en su cuello, hechos de alambre de bronce.
Una tradicion muy curiosa que aun perdura al paso del tiempo.
Y para terminar el programa, alucinamos con un divertido y mojado descenso de rafting en el rio Mae Nam Pai. Rapidos, piedras, fuertes corrientes, y de nuevo el espectacular entorno fueron el broche final de unos dias cargados de mucha acción y muuuuuuuuuuuuuuuuuucha agua!
[La fórmula de Chiang Mai = trekking x 2dias+tribus al 100% + 3/4 elefantes + ∞ agua]
Publicado por
Ale
en
viernes, julio 17, 2009
Etiquetas: Chiang Mai, Pai, Tailandia
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